Cómo aplicar una inyección de insulina a un perro o un gato
Es más fácil de lo que crees darle esta pequeña oportunidad a tu mascota.
Jenna es una técnica veterinaria registrada con una amplia experiencia veterinaria que incluye medicina interna de animales pequeños, oncología, neurología, emergencias, medicina alternativa y gestión de consultas.
Como editora de salud y comportamiento de mascotas de Daily Paws, Jenna está viviendo su sueño al combinar su conocimiento veterinario y su pasión por los animales con su amor por la escritura y la educación. Antes de Daily Paws, Jenna era experta en mascotas y colaboradora de The Spruce Pets.
Cuando no está trabajando, Jenna disfruta explorar Cincinnati con su perro Rhyme, visitar cervecerías que admiten perros y abrazar a su súper gatito: RBG, también conocido como Ruthie.
Si a su mascota le han diagnosticado diabetes, es probable que administrar insulina se convierta en parte de su rutina diaria. ¡No temáis! En realidad, no es tan difícil aplicar inyecciones de insulina y la mayoría de las mascotas pueden aprender a tolerarlas bien. A continuación se explica cómo aplicar una inyección de insulina a su gato o perro en casa, además de consejos sobre los tipos de insulina, su almacenamiento y manipulación.
La insulina es una hormona liberada por el páncreas que controla el azúcar en la sangre (glucosa) llevándola a las células donde puede almacenarse o usarse como energía. Cuando una mascota o una persona tiene diabetes, el páncreas no puede producir suficiente insulina o el cuerpo no responde a la insulina como debería. Para estos pacientes, la insulina está disponible como un medicamento inyectable que se utiliza para ayudar a regular el azúcar en sangre. Las mascotas con diabetes a menudo necesitan inyecciones regulares de insulina para mantener niveles saludables de azúcar en sangre.
Es normal sentirse abrumado o ansioso por darle una inyección a su mascota. Pero puede que le tranquilice saber que la aguja es increíblemente pequeña y que sólo es necesario inyectar una pequeña cantidad de insulina. La mayoría de las mascotas responden bien y no experimentan más que un pequeño pellizco. El consultorio de su veterinario debería brindarle una demostración en persona para capacitarlo sobre cómo administrarle insulina a su mascota. Es el primer lugar al que debe llamar si tiene algún problema.
A menos que su veterinario recomiende lo contrario, es importante administrar insulina solo después de que su mascota coma. Si su mascota no quiere comer, comuníquese con su veterinario para que le aconseje. Querrá comprobar el nivel de glucosa en sangre si puede hacerlo en casa. Llame a su veterinario antes de administrarle insulina si su mascota se siente enferma, letárgica, tambaleante o mareada.
Para obtener mejores resultados, establezca una rutina de alimentación, inyección de insulina y recompensa a su mascota. A continuación se explica cómo aplicar una inyección de insulina a su mascota en casa:
Si accidentalmente se inyecta insulina, comuníquese con su médico, ya que esto puede afectar su nivel de azúcar en la sangre.
Hay varios tipos de insulina disponibles para mascotas, algunos de los cuales son específicos de cada especie. Su veterinario determinará el mejor tipo de insulina para su mascota, pero estos son algunos de los tipos más comunes:
La mayor parte de la insulina viene en un vial y se introduce en una jeringa para inyección. Algunas están disponibles en forma de plumas de insulina, donde se mide la dosis girando un dial.
Es posible que su veterinario deba cambiar el tipo de insulina utilizada según la respuesta de su mascota. Es importante controlar a tu mascota según las recomendaciones de tu veterinario. Su mascota deberá visitar al veterinario periódicamente para que pueda comprobar la respuesta de la glucosa en sangre a la insulina a lo largo del día; esto se denomina curva de glucosa.
Algunas personas optan por controlar la glucosa en sangre de su mascota en casa utilizando un monitor de glucosa en sangre. Esto requiere obtener pequeñas muestras de sangre de su mascota y usar un glucómetro (es lo que suelen hacer los humanos diabéticos). No es tan difícil como cree y su veterinario puede mostrarle cómo hacerlo.
Es posible que su veterinario pueda venderle insulina y jeringas, pero a veces tendrá que conseguirlas en una farmacia. El veterinario puede recetarte una receta para asegurarse de que recibas el tipo correcto de insulina y las jeringas correspondientes.
Es importante conseguir la jeringa de insulina adecuada: vienen en dos unidades de medida: U-100 y U-40. Usar la jeringa incorrecta puede hacer que le administres la dosis incorrecta de insulina, lo que puede ser peligroso para tu mascota. Siempre verifique que esté usando la jeringa que coincida con las unidades de insulina.
La mayoría de los fabricantes recomiendan desechar la insulina entre 4 y 6 semanas después de perforar el vial por primera vez. Pero la insulina puede resultar costosa y las mascotas generalmente no la consumen tan rápido como las personas. Afortunadamente, las pautas de la AAHA establecen que "si se manipula con cuidado y se almacena en el refrigerador, el Grupo de Trabajo se siente cómodo usando insulinas más allá de la fecha de vencimiento (hasta 3 a 6 meses) siempre que no estén descoloridas, floculantes o tengan algún cambio". "En consistencia. La insulina debe descartarse si se producen estos cambios".
Cuando guarde insulina en el refrigerador, manténgala adentro en lugar de en la puerta porque estará sujeta a más cambios de temperatura en la puerta. Si su mascota no responde a la insulina tan bien como antes, probablemente sea hora de desecharla y abrir un nuevo vial o pluma en lugar de ajustar la dosis de insulina. Su veterinario puede ayudarle a determinar qué hacer.
Es normal que las partículas de insulina se sedimenten, por lo que la solución debe mezclarse suavemente antes de extraerla. No agite la insulina, ya que esto puede crear pequeñas burbujas de aire que pueden provocar una dosis incorrecta. En su lugar, haga rodar suavemente el frasco o la pluma entre sus manos o inviértalo con cuidado varias veces.
Destape la aguja y sostenga el vial boca abajo. Perforar el tapón de goma y retirar la cantidad exacta de insulina prescrita. Si entra aire en la jeringa, mueva suavemente la jeringa para que la burbuja suba y luego empújela nuevamente hacia el vial. Retírelo hasta que la medida sea precisa.
Las plumas contienen un cartucho de insulina en su interior y un mecanismo para medir dosis exactas. Coloque una nueva punta de aguja desechable en la pluma, luego gire o haga clic en la pluma para medir la dosis exacta. Los bolígrafos pueden variar según el fabricante, así que asegúrese de seguir las instrucciones de uso.
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